lunes, 14 de septiembre de 2009

UNA ILUSIÓN, DOS MUNDOS, LA MISMA MESA...







SER MÉDICO Y BOMBERO...


Había chocado un tren y una mujer queda con el brazo atrapado entre dos vagones. Imposible el rescate por la rigidez del metal que conformaba el tren.
Una sola alternativa, amputar el brazo, ahí en medio de la vía y del dolor.
No recuerdo porque estaba presente, vinieron los médicos y luego de atenderla la llevaron al hospital para que se repusiera de su “intervención quirúrgica”.
Un amigo que era bombero, me comentó que importante sería tener un médico bombero.
Así de sencilla fue mi incorporación a los Bomberos Voluntarios de Almirante Brown. Corría el año 1975.
Me fui integrando de a poco, hasta que descubrí una frase escrita en un monumento a los bomberos: “Nada los obliga, sólo el dolor de los demás”.
Quince años presté servicios, y algunas veces compartí algún desfile vestido de oficial de bomberos.
Anécdotas, muchas e inolvidables, cuidando a mis compañeros y ayudando a las víctimas.
No hace mucho, una mujer me encontró en la calle y me agradeció haber salvado a sus hijos en un incendio.
Pero hay algo que me llama la atención y me emociona, como estar caminando por Adrogué, y que se me acerque un hombre, muchacho y me dé un abrazo. No siempre lo recuerdo pero por el  gesto reconozco, es un bombero…

Fernando Jijena Sánchez