domingo, 30 de agosto de 2015

LOS ABUELOS



A María Cristina Maggi, ejemplo de vida, de solidaridad, siempre presente en la vida de sus nietos


Tan sencillo como familiar, importante y trascendente en la vida de los nietos, es una relación que comienza con el nacimiento, que marca tanto a unos como a otros, un vínculo que se hace fuerte, necesario, imperecedero.
La ternura por excelencia es lo que mejor define este vínculo, precisamente en una etapa, que en muchos aspectos confirma y asegura el amor  incondicional de los padres, y juega un papel fundamental  en el desarrollo de la personalidad.
Me refiero a la autoestima en particular, elemento básico en la vida de las personas que regula toda decisión futura, basada en la confianza en uno mismo, importantísimo para cualquier logro futuro.
Freud decía que si eres un rey para tu madre vas a ser un rey en el mundo, y yo me animaría a decir que es a los abuelos a quienes les cabe esa función. Primero y principal, porque no tienen la necesidad de los padres de cuidar, alimentar, educar, formar el carácter y tantos elementos que conforman el rol padres, pero una vez sentadas esas bases, los abuelos tienen el privilegio, por llamarlo de alguna manera, de sembrar ternura y cuidado para permitir la formación de una personalidad  que se sienta capaz y merecedora de amor familiar y poder de esa manera aprender a enfrentar la vida.
Para ello son fundamentales los cinco primeros años , pasados los  cuales el cuidado de los abuelos pasa a formar una lección de vida inolvidable, por eso nunca mueren, simplemente un día dejan de estar físicamente, pero  su presencia es constante y su amor no cesa.
Fernando Jijena Sánchez