domingo, 27 de marzo de 2016

En los campos de Flandes


En los campos de Flandes vuelan las amapolas
Entre las cruces que marcan nuestro sitio,
hilera tras hilera; y en el cielo
las alondras, aunque cantan con fuerza, vuelan
sin apenas ser oídas abajo entre los cañones.

Estamos muertos. Hace pocos días vivíamos,
sentíamos el amanecer,
veíamos el ocaso resplandeciente,
amábamos y eramos amados,
y ahora yacemos en los campos de Flandes.

Continuad nuestra pelea con el enemigo:
os pasamos la antorcha
con nuestras manos desfallecidas;
mantenedla en alto.
No dormiremos si dejáis de tener fe en nosotros los
que morimos, aunque crezcan las amapolas en los
campos de Flandes.



John  McCrae
John  Mc Crae,  Médico y Teniente Coronel del Ejército de Canadá, escribió este poema en 1915, sentado en la parte trasera de una ambulancia en un puesto de primeros  auxilios, en el campo de batalla cerca de Ypres, Bélgica, el día después de enterrar a un amigo. La amapola, de la que habla el poema, era la única flor que crecía en los devastados campos de Flandes.  Murió en el frente de una neumonía.
Como siempre un poema transmite más y mejor lo que fue una guerra, en este caso la Primera Guerra Mundial, 1914-18)